Los municipios de Montes de Oca y Curridabat (Costa Rica) avanzan hacia una transformación de la movilidad verde

En las últimas décadas el uso del vehículo particular ha crecido estrepitosamente en el Gran Área Metropolitana de Costa Rica (GAM). Actualmente más de un tercio de los viajes diarios realizados diariamente se realizan en carro o moto, y se proyecta que esta predominancia se expanda, en un país donde la tasa de motorización crece a un promedio del 5% anual. En paralelo, la participación del transporte público en el reparto modal se reduce debido a la mala calidad real y percibida del servicio. Como resultado de esta dinámica, el sector transporte se ha convertido en principal responsable de la emisión gases de efecto invernadero, con más del 40% del total de emisiones en el país. La situación del sector transporte en la GAM y en Costa Rica son representativas de América Latina, la región del mundo donde la mayor cantidad de emisiones de GEI proviene del sector transporte, aproximadamente un 36% de total para 2014.

Sin embargo, desde hace algunos años en la región se han venido posicionando políticas e intervenciones para promover la movilidad no motorizada y en particular la bicicleta como un medio de transporte alternativo de cero emisiones, asequible y saludable. A nivel local, en los municipios de Montes de Oca y Curridabat tanto las autoridades de gobierno como la sociedad civil vienen desde hace algunos años promoviendo la movilidad sostenible a través de ciclo-rutas temporales, talleres participativos sobre espacio público, mejora de la infraestructura peatonal e intervenciones de pacificación vial. En el 2018 los dos municipios presentaron proyecto llamado Fomento y desarrollo del ciclismo urbano en Montes de Oca y Curridabat al programa Euroclima+, con el fin de obtener apoyo técnico y financiero para construir una red de aproximadamente 30km de ciclo-rutas que permitiera posicionar la bicicleta como una alternativa de movilidad para una gran variedad de usuarios y tipos de viajes; proyecto que estaría acompañado por jornadas de sensibilización y fortalecimiento de capacidades para el uso de la bicicleta en áreas urbanas.

El proyecto, que arrancó oficialmente a finales 2019, se vio enfrentado a adaptarse a la contingencia de la pandemia COVID-19. Uno de los mayores retos fueron las limitaciones para realizar los talleres de diagnóstico y las capacitaciones con la sociedad civil, por lo que los responsables buscaron compensar a través del acercamiento con actores claves como grupos de mujeres, colectivos ciclistas y el sector privado. No obstante, la situación pandemia también abrió ventanas de oportunidad. Como en muchas regiones urbanas en el mundo, las autoridades en Costa Rica se vieron en la necesidad de adaptar rápidamente las condiciones del espacio público para promover el uso de la bicicleta como alternativa al transporte público debido al posible contagio del virus en este último. Dicha circunstancia permitió contar con el permiso del Ministerio de Obras Públicas y Transporte para convertir una ciclo-ruta temporal en permanente sobre una vía de jurisdicción nacional; autorización que en otras condiciones hubiera sido difícil de conseguir.

En octubre de 2020 se inauguraron los primeros 4 kilómetros, correspondientes a la primera fase del proyecto. En términos técnicos, la ejecución ha requerido de una adaptación sensible de los manuales y los diseños a las condiciones particulares de la naturaleza, la morfología urbana y las necesidades de los habitantes de ambos municipios. En términos de gobernanza, ha sido fundamental la delegación de la gestión del proyecto a una entidad ejecutora independiente sin ánimos de lucro que coordina a los actores de los diferentes niveles del gobierno, la cooperación internacional y la sociedad civil; y que tiene un rango de actuación más rápido y flexible de lo que tendrían los gobiernos locales bajo el marco legal y administrativo existente en el país. Finalmente, la transformación del espacio ha sido la mejor herramienta pedagógica para promover el ciclismo urbano, reclamar un reparto más equitativo de espacio público y mostrar el impacto positivo del uso de la bicicleta en los entornos urbanos.

De lo que va en curso de este proyecto, se puede decir que ha habido dos grandes factores de éxito. En primer lugar, la voluntad, liderazgo y convicción de los actores involucrados en el proceso ha permitido tener siempre una posición proactiva y positiva para sortear cuellos de botella y aprovechar las oportunidades que se presentan durante el proceso. En segundo lugar, la existencia de una visión de la movilidad sostenible que se manifieste en planes y políticas de largo alcance de ambas municipalidades ha sido de gran valor. A través de estas herramientas de planificación, se permitirá que este proyecto trascienda más allá de las intervenciones actuales y los tiempos de vigencia de la cooperación, al contar con un plan de expansión de la red que integre ambos municipios. Para el futuro también quedarán la sistematización de una metodología de trabajo, el fortalecimiento de capacidades y distintas herramientas para llevar a cabo procesos de participación y de toma de decisiones.

Sobre EUROCLIMA+

EUROCLIMA + es un programa financiado por la Unión Europea para promover el desarrollo ambientalmente sostenible y resiliente al clima en 18 países de América Latina, particularmente en beneficio de las poblaciones más vulnerables. El Programa es implementado conjuntamente por siete agencias: Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Agencia Francesa de Desarrollo (AFD), Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Expertise France (EF), Fundación Internacional e Iberoamericana de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH y ONU Medio Ambiente.

SLOCAT apoya al programa EUROCLIMA+ mediante la organización de actividades de divulgación y creación de capacidades específicas para los formuladores de políticas regionales. Además, facilita espacios de diálogo con el fin de aumentar la atención sobre la movilidad urbana en los debates nacionales sobre el clima, proporciona apoyo regional para aumentar la ambición sobre movilidad urbana en las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) del Acuerdo de París, así como, destaca el trabajo de movilidad regional en actividades globales sobre clima y transporte, y realiza análisis a nivel regional de los problemas y oportunidades para la movilidad urbana sostenible.

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Laura Lopez

Laura Lopez tiene una maestría en Gestión Urbana de TU Berlin. Como urbanista y diseñadora, ha trabajado en planes e intervenciones para mejorar las instalaciones educativas, revitalizar los espacios públicos y promover el transporte no motorizado en Colombia. Actualmente, trabaja como pasante en EUROCLIMA +, donde principalmente apoya actividades de gestión del conocimiento.

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Laura Lopez tiene una maestría en Gestión Urbana de TU Berlin. Como urbanista y diseñadora, ha trabajado en planes e intervenciones para mejorar las instalaciones educativas, revitalizar los espacios públicos y promover el transporte no motorizado en Colombia. Actualmente, trabaja como pasante en EUROCLIMA +, donde principalmente apoya actividades de gestión del conocimiento.